miércoles, 7 de abril de 2010

Desde el sillon del rey

















Por fin , por fin, mis sutiles y bellisimas Clemátides tras el letargo invernal florecen y crecen bajo el amparo de su mas fiel servidora, la primavera, con su calor estival, suave y cálido, día tras día, nos regala la diosa Clematis su mágicas y prohibidas flores, delicadas como cual brizna de paja rueda por el valle con la brisa primaveral.Sin olvidar a su mas fiel admirador Don Rafael Duque, que sentado en el trono del paraíso anhela ser amado por sus caprichosas e inocentes Clemátides.